Hay Que Descentralizar Internet

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Un ataque terrorista o un desastre natural que destruyera los equipos de telecomunicaciones de las principales ciudades podría alterar el tráfico de Internet de la misma manera que las grandes tormentas sobre ciertos aeropuertos pueden trastocar el tráfico aéreo de toda una nación.

Ante la importancia que ha adquirido Internet, los investigadores tratan de averiguar cuáles son sus debilidades, qué debería ocurrir para que el servicio quedase interrumpido a gran escala. Morton O’Kelly y sus colegas de la Ohio State University han realizado experimentos en los cuales simularon qué pasaría si un desastre paralizara o impidiese el funcionamiento de los principales nodos de Internet, los puntos donde se almacenan los equipos que se encargan de que el tráfico de la red sea distribuido.

Los resultados indican que las grandes ciudades que sirven como nodos de Internet continuarían teniendo acceso a la red en casi todos los escenarios examinados, aunque se perdería funcionalidad. En cambio, las ciudades más pequeñas, de tamaño medio o inferior, que se enlazan a Internet a través de estos grandes nodos, quedarían desconectadas del resto de la red.

Tony Grubesic, otro de los científicos que han participado en el estudio, dice que Internet funciona de forma parecida a un sistema de tráfico aéreo. Si la meteorología paraliza o retrasa el tráfico en un aeropuerto principal, los pasajeros del resto del país sentirán los efectos, incluso aunque no vayan a viajar hacia la zona afectada.

Los grandes nodos de Internet poseen tentáculos que se conectan a muchas otras ciudades. Si uno de ellos es destruido, se rompen también todos los enlaces que estaban conectados a él, provocando un efecto en cascada a lo largo de la red.

Internet se ha hecho más vulnerable durante los últimos años, cuando se ha ido comercializando. Su predecesora militar, ARPANET, fue diseñada para resistir un ataque nuclear, ya que estaba descentralizada. Había muchas rutas desde y hacia cada punto de la red. Este sistema, sin embargo, es difícil de construir y mantener, de manera que a medida que Internet se ha comercializado, los proveedores de acceso se han decantado hacia configuraciones centralizadas, donde los nodos se hallan en las grandes ciudades.

Para ilustrar los problemas que ello comporta, basta con recordar el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001. Uno de los principales nodos de telecomunicaciones se hallaba en las Torres Gemelas. Su pérdida supuso la desconexión de tres zonas de Nueva York. El servicio a algunos clientes no fue restablecido hasta dos días después.

En la actualidad, existen unas 40 compañías que forman la columna vertebral de la red. Muchas tienen acuerdos entre ellas para redistribuir el tráfico en caso de que los equipos de una de estas empresas sean destruidos. Pero algunas compañías tienen nodos en las mismas ciudades, aumentando la fragilidad del sistema.

Grubesic propone que las redes dejen de estar tan concentradas en las grandes ciudades. La descentralización debe llevarse a cabo para evitar grandes pérdidas económicas en el futuro, en caso de desastre.

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