Una empresa californiana lanza un teléfono móvil «de usar y tirar»

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Una empresa norteamericana se dispone a lanzar un nuevo ingenio con el que pretende revolucionar el mercado de las comunicaciones. Se trata de un teléfono móvil desechable, de usar y tirar. Cuesta poco más que una tarjeta y sólo incluye las funciones imprescindibles para hablar. Ya está en proyecto una versión GSM para utilizar en Europa.

Alguien tenía que inventarlos. Si existen, por ejemplo, cámaras fotográficas que duran lo que un carrete, vasos y platos que no aguantan más de una comida, maquinillas de afeitar y pañuelos desechables, gafas graduadas y lentillas para un solo día… ¿por qué no debería haber, también, teléfonos que duren lo que una conversación?

Dicho y hecho, la compañía norteamericana Hop-on.com, con sede en la localidad californiana de Garden Grove, se dispone a lanzar al mercado el primer teléfono de usar y tirar, un pequeño aparato que promete, en un breve espacio de tiempo, llenar las papeleras y los contenedores de basura de un buen número de ciudades norteamericanas.

Desarrollado bajo el lema «paga por el servicio y no por el teléfono», los técnicos de Hop-on.com, compañía cuyo objetivo, según reza su página web, (www.hop-on.com) es el de «desarrollar productos y servicios innovadores para hacer de las comunicaciones algo más fácil y conveniente para todos» han dado vida a un pequeño dispositivo, apenas mayor que una tarjeta de crédito y que no incorpora ninguno de los «extras» de los que ofrece cualquier teléfono móvil de hoy, pero que cumple a la perfección con la misión para la que los teléfonos fueron inventados: hablar

Lo importante es hablar.

Por no tener, el móvil desechable ni siquiera tiene pantalla, el altavoz es un simple auricular y, por supuesto, no incluye agenda telefónica, reloj, wap, calendario o juegos. Lo que sí incorpora (lo práctico manda) es una útil función de manos libres.

El artículo se venderá en todo tipo de establecimientos, desde la tienda de la esquina hasta las grandes superficies, por un precio a partir de 40 dólares, según si se prefiere una tarjeta para hablar 60, 90 o 120 minutos.

Pasado este tiempo, el teléfono -que se fabricará por contrata en países con mano de obra barata, como China, Taiwan o México- irá a parar al cubo de la basura o de vuelta a la tienda. En este caso, se obtendrá un reintegro de cinco dólares.

El director de Hop-On.com, Peter Michaels, está convencido de que el producto supondrá toda una revolución en las comunicaciones personales y espera que para las próximas Navidades el país se inunde con los celulares de su compañía, arañando un pellizco a una industria que, según sus datos, mueve en EEUU unos 63.000 millones de dólares al año.

Los planes de Michaels son ambiciosos, ya que también quiere lanzar un aparato más barato en Europa, a unos 30 dólares, aunque esta versión GSM todavía está pendiente de aprobación por las autoridades estadounidenses. Para quien se pregunte para qué se necesita un producto de usar y tirar cuando es tan sencillo (y tan barato) adquirir un móvil no perecedero, la compañía lo explica en su página web. Afirma, por ejemplo, que es «la solución ideal» para tener controlados a los niños, para cuando se sale de vacaciones, en viajes de negocios si se opta por pagar tarifas de llamada local o para aquellos que no quieren suscribirse a un plan de teléfono que obliga a pagar una cuota mensual fija.

La compañía, que inicialmente iba a lanzar su aparato en primavera, espera hacerlo inmediatamente, primero en el sur de California y después en el resto de Estados Unidos.

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