Cómo convertirse en un Hijo de Puta

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Al poco de estrenarse Amazon en España, me encontré leyendo por twitter sobre un libro llamado Cómo convertirse en un Hijo de Puta. No miré nada más… quedaban 2 copias en el portal y me quedé con una de ellas que llegó al par de días.

A ver, no os penséis que es una novela romántica, ni tan sólo una novela… son pequeños fragmentos de Herminio Bolaextra, un personaje de cómic / tiras cómicas, un periodista que tiene un particular sentido de ver el mundo.

Ahora, para celebrar su mayoría de edad, aparece este volumen de humor gráfico a caballo entre el manual de autoayuda y el libro de instrucciones que describe minuciosamente la forma de ser y pensar de Herminio Bolaextra convirtiéndose en la guía definitiva de su universo de chistes gruesos y actitudes de alta peligrosidad social. Un método directo y eficaz para tomar ejemplo y conseguir convertirse en un auténtico hijo de puta.

Ayer por la tarde me propuse darle una ojeada a todas las páginas del libro, y desde la portada hasta la contratapa son dignas de estudio. La numeración de las páginas tiene una rima fácil con todos los númerosa (tipo: 3, me la toco con los pies).

Lo primero que te propone Herminio es la lista de equipamiento que necesitas. A mi, como elemento destacado, me quedo rotulador Edding 850 (quién no ha tenido uno de esos, con la punta gigante).

El libro se divide en un par de decenas de capítulos comenzando por el Cómo ofender, de entrada, Estrangulando al calvo, Esos cabrones que no paran de meter ruido, Me la comes y cuentas veinte o Cómo escaquearse después de haberla montado. Sin duda un repaso por cómo conseguir ser un cafre y un hijo de puta en en bar, con los vecinos, el día de Navidad e infinidad de momentos especiales.

Comments

2 respuestas a «Cómo convertirse en un Hijo de Puta»

  1. Avatar de detective privado

    Coincidirás conmigo en que el autor de este libro, además de mucho humor tiene una mente retorcida y calenturienta 🙂

    Sugiere cada cosa en sus secciones… que vaya tela… espero que nadie las emule: orinar en la barra de locales nocturnos, colocar ejemplares de coprofagia en los revisteros de conocidas cadenas de comida rápida… en fin…

    Por cierto, como apuntas, los números de página resultarán de incalculable valor para todo aquel que sea aficionado a los «premios»

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